lunes, 15 de agosto de 2016

El falso mito del gato del farero (3/3). Cuando se perdió la oportunidad de conservar a una especie

La historia de la extinción del Xenicus lyally en si es algo compleja, por lo que he decidido dedicar tres posts para exponerla. En el primero (El cuento, el pájaro y la isla) hablo del falso mito que tan extendido está en internet; y presento al pájaro y su hábitat, ya que es imprescindible para comprender por qué se extinguieron.

En el segundo hago (Crónica de una extinción) cuento de forma cronológica lo que sucedió; tal como está documentado por Galbreath y Brown (2004) y Medway (2004).

En este tercero (Cuando se perdió la oportunidad de salvar a una especie) entro en un análisis más detenido de los factores que componene esta historia, la pérdida de hábitat, la intervención humana y la intervención felina.



El Chochín de Stephens fue descubierto y se extinguió en la década de los 90 del siglo XIX. La colonización de Nueva Zelanda (bajo corona británica desde 1840) trajo un gran interés por el conocimiento, estudio y clasificación de su fauna; dicho estudio se realizaba fundamentalmente sobre especímenes, es decir. pieles, ejemplares conservados en alcohol, etc, para la mentalidad de la época, la caza de animales para su estudio y representación (la fotografía era cara y necesitaba tiempos largos de exposición; se realizaban ilustraciones naturalizadas a partir de animales muertos) se consideraba totalmente normal. Además había aficción a reunir colecciones de especímenes, por curiosidad o interés científico, o para su venta, ya que había coleccionistas muy dispuestos a pagar precios elevados por ejemplares curiosos. El naturalismo se entendía desde la recopilación de datos y material; el afán de reunir, clasificar, nombrar y mostrar las maravillas de las naturaleza se imponía sobre la noción, que ya existía en la época, de conservar las esepecies en su hábitat.

Ahora bien, sabían que las especies podían extinguirse; ya se conocían varios casos de extinción entre las aves neozelandesas en los años de expansión eurpea, y se sabía de la fragilidad de la fauna de las islas pequeñas.

El factor humano

El Xenicus lially estaba confinado en una isla diminuta de poco más de 2 kilómetros cuadrados. Durante el corto periodo en el que se cerró su suerte, en dicha isla habitaban 17 personas, incluídos los tres fareros y sus familias. Como se sabe, David Lyall, uno de los asistentes -no era el jefe- tenía conocimientos de ornitologia, y fue el que hizo llegar el primer especímen a Walter Rotschild, naturalista reconocido que vivía en Wellington. Pronto, el interés que suscitó la nueva especie hizo que los ejemplares que se obtenían se pagaran a un precio cada vez mayor por esta ave que nunca fue muy abundante.
Como los humanos no conseguían cazar al pajarillo por su cuenta, confiaban en las presas que aportaba el gato doméstico de una de las familias. Es obvio que el total de pájaros cazados para venderse a coleccionistas, que no excedió de 25 -se concervan 15 en museos-, no agotó la especie, y desde luego no pretendo dar a entender esto. Lo que sí que es importante es que los compradores de las pieles, que eran personas poderosas, no mostraran nunca interés en conservar un pajarillo que sabían que estaba extinguiéndose.

La gente de Stephens Island: 
Como se expuso en el post anterior, David Lyall, uno de los tres fareros de la isla, fue quien se dio cuenta de la rareza de los pajarillos que traía el gato, y después quien trató con Travers para conseguir el mayor número de especímenes posibles. Pero no fue el único que colaboró en la caza de pajarillos. El gato que traía los animales pertenecía a otra femilia, y en una de las batidas participaron varios habitantes de la isla. 


Los tres coleccionistas:
  • Walter Buller .- en las fechas de la aparición del Chochín, Walter Buller era una reconocido naturalista, experto en taxonomía y coleccionista de especímenes,  especializado en las aves de Nueva Zelanda. Su libro A history of the birds of New Zealand (1873, y versión ampliada en 1888) era una obra de referencia de las aves  neozelandesas. También era autor del Manual que consultaba Lyall para identificar las aves de Isla Stephens. Es muy importante destacar que además de el mayor experto en la avifauna neozelandesa de la época, Buller era muy consciente de su gran vulnerabilidad a la extinción. Él mismo había informado del declive del Piopio de Isla Norte (Tunagra tanagra) entre 1873 y 1888, ; describió al escasísimo Avetoro de Nueva Zelanda  (Ixobrychus novaezelandiae) que se avistó por última vez en la década de los 90; además parece muy probable que tuviera referencias del Koreke o Codorniz neozelandesa (Coturnix novaezelandiae), desaparecida a mediados de los 70, y de el Whēkau o Lechuza reidora (Sceloglaux albifacies), que había pasado de ser abundante a inicios de la colonización europea y era ya muy rara en los 80. (2)
  • Walter Rotschild : Sí, era un Rotschild, el segundo Barón de la dinastía, aunque en la época que nos importa era el joven heredero que a pesar de trabajaba sin ninguna vocación en el banco de la familia. Rotschild era un naturalista apasionado, había estudiado zoología y tenía perdilección por las aves, las mariposas y la taxonomía; como compesación a su vocación frustrada puso todo su interés en reunir una espectacular colección zoológica privada, que después pasó a ser museo privado. (3)
Con estos perfiles es fácil deducir que Buller y Rotschild, los taxónomos, quisieron reunir el máximo número posible de especímenes de esta especie desconocida. Y que el papel de conseguir los ejemplares le correspondió Lyall, como provedor y a Travers, como intermediario.
De hecho el único interés que mostraron tanto Buller como Rotschild en el Chochín de Stephens, durante toda esta época, fue el de sus estudio y en particular el de llevarse el honor de nombrar y describir una nueva especie (lo logró Rotschild, usando un truco muy poco honnorable; aunque el nombre propuesto por Buller es mucho más acertado); y ninguno de los dos demostró nunca la menor intención de salvar al pajarillo de la extinción (como ya he dicho conocían casos de extinción previa, sabían que era una especie confinada en una isla diminuta y para colmo, Travers mencionó por carta tanto a uno como a otro el riesgo de desaparición en corto plazo de los pajarillos. No cabe ninguna duda de que sabían que el animal desaparecería en poco tiempo, pero durante el periodo en que tuvieron noticias de él, su único fin fue lograr más ejemplares. 

La actuación humana, que siempre se silencia al contar los detalles de la extinción del pájaro, fue la de fomentar su caza, no actuar sobre los predadores introducidos por el hombre y no preocuparse por su extinción, salvo para echarle la culpa al gato. NO HICIERON NADA POR EVITAR LA EXTINCIÓN DEL PÁJARO.


El factor felino

Hay que distinguir entre dos tipos de actuaciones distintas. Por un lado estaba el gato que traía los pájaros a la casa del farero, que seguramente era un gato doméstico; y por otro la población de gatos ferales que se asentó en la isla al cabo de unos meses de funcionamiento del faro. 

El gato que traía los pájaros:

Lo único que se sabe sobre este gato es eso, que cazaba los pájaros y los llevaba a la vivienda de un farero.
  • No se sabe si era macho o hembra, cachorro o adulto.
  • No se sabe cómo se llamaba si es que tenía nombre, ni a quien se le ocurrió la gracieta de decir que el gato se llamaba Tibbles.
  • Es muy probable que fuera la mascota de una de las familias de los fareros, pero no la de Layall. (4). Es absurdo presumir que se tratara de un gato asilvestrado, ya que los gatos no le llevan una presa a nadie que no conozcan y mucho menos si se trata de un gato cimarrón que procura evitar el contacto con humanos por temor. O sea que se trataba de un gato doméstico que traía pájaros y al que seguramente se le recompensaba por hacerlo, para que trajera todos los posibles; no cabe pensar otra cosa ya que cuando el gato traía uno el dueño se lo daba a Lyall, quien a su vez se encargaba de hacérselo llegar a Travers para que negociara su venta al mejor precio posible.   
- ¿ Tenían más gatos los fareros? No se puede descartar, era una costumbre llevar gatos para controlar los ratones y ratas que venían con los barcos. En 1905 Walter Buller hizo una petición para que los fareros no llevaran gatos a las islas, y se los proveyera de traampas para roedores si fuera necesario. 
- ¿Cuántos pájaros trajo el gato? Que haya constancia dos, el primero que llamó la atención de Lyall, y que estudió Buller en 1894; y uno que comentó Travers que había traído vivo en febrero de 1895.
Ahora bien, lo más probable, dado que Travers sí comenta que no consiguió cazar al pájaro, que sólo lo habían visto con vida dos personas y que no tuvieron tiempo de matarlo, es que todos los ejemplares que se vendieron los trajera el gato.


Los gatos asilvestrados de la isla: 

Había gatos asilvestrados en Stephens (5); en esta época era muy normal llevar gatos para que cazaran los roedores que venían a las islas en los barcos, pero en este caso no ocurrió así ya que no había ratas en la isla (5). Lo más probable es que los habitantes trajeran al menos dos gatos. 
Por un lado está el gato que traía los pájaros del que he hablado antes, y que como ya he explicado era el gato de una de las familias de los fareros, pero no la de Lyall.
Por otro lado hay informes sobre una gata preñada que se escapó en la isla a mediados de febrero que se escapó a mediados de febrero de 1894, y que seguramente vino en un barco que atracó en Stephens entre el 17 y el 20 de febrero (5). Esta gata pudo dar origen a la población de gatos asilvestrados (5).

Para acabar de solucionar el enigma faltan dos piezas clave, cuántos gatos había en la isla y cuántos Xenicus había en la isla.


La pérdida de hábitat

El chochín perdió la mayor parte de su hábitat -desapareció de las islas principales de Nueva Zelanda- debido a la acción de la rata polinesia (Ratus exulans) que vino con los maories. Examinando la historia en su contexto amplio es lógico decir que el problema más importante vino por la exposición a una fauna para lo que no estaba preparado.
Pero si queremos restringir la desaparición del chochín a la isla de Stephens, como hacen los que cuentan el mito, habría analizar si tuvo alguna importancia la pérdida de hábitat en el periodo de su extinción.


Sé que esto es hilar muy fino, la transformación de la isla en este periodo del finales de la decada 90 del siglo XIX, las transformaciones fueron escasas, es cierto. Pero es chocante que se cuente y se acepte sin pestañear por tantos naturalistas que las bajas causadas por un solo gato fueron determinantes para acabar con la especie mientras que no se detienen a analizar cuál pudo ser la distribución del pajarillo en la isla, si era más abundante en unas zonas que en otras, si los clareados de arbustos que se hicieron influyeron en la cobertura vegetal que los protegía, etc. O sea, que están dispuestos a aceptar que un solo animal puede ser determinante para acabar con una especie entera, pero no que una pérdida de territorio pequeña pueda perjudicarles de forma significativa.
 Entre 1892 y 1898 se realizaron las siguientes transformaciones:
- Desembarcadero y camino de acceso a la zona del faro.
- Aclaramiento de la zona del faro y las construcciones.
- Construcción de un "tranvía"   manual con su rampa.
- Construcción del faro, vivienda de los trabajadores, pequeña granja para terneras y ovejas.
Construcción de un cercado, para lo que desbrozaron una pequeña zona.
y  Construcción de unas vallas para impedir que las terneras accedieran a los arbustos que había entre el faro y la vivienda del asistente principal del mismo. El objetivo era mantener la cubierta vegetal en esa zona, ya que el farero principal, Henaghan, se había dado cuenta de que el matorral se secaba en los margenes de los clareos (Medway, pág 207). (6)
Este último apunte me parece muy indicativo, la vegetación se secaba en los márgenes del aclarado, lo cual no es de extrañar dado que Stephens Island está sometida a fuertes vendavales que son mucho más dañinos sobre matorrales expuestos. Hay otro indicio que es muy interesante, unos de los constructores del faro, Ingram, propocionó una lista de aves que se podían ver en Stephens en el periodo 1892-3 (7), en que residió en la isla. (Es cierto que la relación de aves es de 1926, lo cual podría restarle credibilidad. Es cierto que no menciona al Xenicus lyalli sino "dos clases de chochines". Pero esta relación de Ingram se menciona en casi todas los estudios sobre la fauna de la isla, y si normalmente se le concede credibilidad, y se aceptan que unos de esos chochines era el de Chochín de Stephens, considero correcto hacer lo mismo). Esto parece indicar que el chochín de Stephens era relativamente fáicl de ver en aquella época. Después en el periodo de funcionamiento del faro, en 1895, Travers menciona que sólo dos personas lo han visto con vida...no resulta tan descabellado pensar que los aclarados de terreno si pudieron tener un impacto significativo sobre la población del Xenicus.

Entonces...¿Qué provocó la extinción del Chochín de Stephens de la isla de Stephens

Pues los tres factores juntos, la pérdida de hábitat, el predador introducido y la actuación y dejadez humana.
La pregunta que en realidad resulta interesante es la de cómo es posible que se borre la actuación humana de esta historia de extinción. ¿Qué ocasiona esta selección parcial de los hechos?.


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(1)[ Medway. Notornis 2004, pág 203]
(2) Fuente : Wikipedia, Lista de animales extintos de Nueva Zelanda. Para las descripciones he empleado los correspondienes artículos de Wikipedia en inglés.
(3) Fuente: Wikipedia, http://en.wikipedia.org/wiki/Walter_Rothschild,_2nd_Baron_Rothschild. Para dar una idea de la riqueza de dicha colección, cito del artículo referenciado "At its largest, Rothschild's collection included 300,000 bird skins, 200,000 birds' eggs, 2,250,000 butterflies, and 30,000 beetles, as well as thousands of specimens of mammals, reptiles, and fishes. They formed the largest zoological collection ever amassed by a private individual". Es difícil hacerse una idea de la cantidad de animales que tuvieron que matar para reunir esta colección. Como curiosidad, tuvo que vender la mayor parte de la colección al Museo Americano de Historia Natural en 1932, debido al chantaje de una mujer.
(4) Según informó Travers (en su carta a Rotschild de marzo 1895), cuando estuvo en la isla en febrero, "Mr Lyall´s boy gave me a specimen that have found alive by the owner of the cat that had caught the others", a pesar de que la carta se escribió en una época que ne la que disfrutaba mucho más con la retórica, la frase deja poca dudas de que el dueño del gato no es mr. Lyall, y que por supuesto, el gato tenía dueño.[ Medway. Notornis 2004, pág 203]
(5) Véase [ Medway. Notornis 2004, pág 203]
(6) Véase [ Medway. Notornis 2004, pág 207]
(7) Véase [ Medway. Notornis 2004, pág 202]
  

viernes, 5 de agosto de 2016

El falso mito del gato del farero (2/3): Crónica de una extinción


La historia de la extinción del Xenicus lyally en si es algo compleja, por lo que he decidido dedicar tres posts para exponerla. En el primero (El cuento, el pájaro y la isla) hablo del falso mito que tan extendido está en internet; y presento al pájaro y su hábitat, ya que es imprescindible para comprender por qué se extinguieron.

En el segundo hago (Crónica de una extinción) cuento de forma cronológica lo que sucedió; tal como está documentado por Galbreath y Brown (2004) y Medway (2004).

En el tercero (Cuando se perdió la oportunidad de salvar a una especie) entro en un análisis más detenido de los factores que componene esta historia, la pérdida de hábitat, la intervención humana y la intervención felina.


Como isla Stephens Island se queda muy pequeña. Es un pedazo de tierra minúsculo, que no llega a los tres kilómetros cuadrados, situado en el Estrecho de Cook, entre las dos islas principales de Nueva Zelanda. A la vez, es un lugar mágico, hábitat de varios endemismos y numerosas especies muy peculiares.
Pero como isla, decía, apenas da la talla. Esto lo reclaco mucho porque poner lo que haya sucedido en Stephen Island como ejemplo para cualquier lugar continental, e incluso para islas más grandes, es un error de bulto que no denota un buen trabajo de conservacionismo. 

Mucho más, cuando lo que se relata es más que nada fantasía.

La versión más aceptada del cuento es que Stephen Island era el hogar del único pájaro no volador del mundo, el Xenicus lially, que fue completamente borrado de la existencia por un solo gato, el gato del farero de la isla, que solía llevarle los cuerpos de estos pajarillos a su casa. Se añade además que el farero se llamaba Lyall, y el gato Tibbles. Y se colorean estos datos con tristes trazos dramáticos sobre la ferocidad del gato y la soledad y el amor que sentía por las aves el farero. La capacidad de fabulación del ser humano le lleva al autoengaño.
Los estudios sobre archivos bibliográficos de Galbreath y Brown, 2004; y de Medway, 2004, ya pusieron de manifiesto que prácticamente todo lo expuesto, salvo que el Xenicus se extinguió, es falso. Aunque la historia real es también verdaramente dramática, pero no por la voracidad del gato (que no se llamaba Tibbles; aunque sí había un gato que traía pájaros a la vivienda de un farero), sino porque la codicia, afán de notoriedad y pasividad de los naturalistas que lo conocieron pueden en muchos momentos retratar nuestra propia época.

Cómo se sentirían tantos conservacionistas del exterminio que se las dan de entendidos cuando supieran que lo que en realidad acabó con el pájaro fueron los supuestos conservacionistas...



1879-1893. La construccción del faro

  Se elige Stehens Island para ubicar un faro y se realizan los trabajos necesarios para permitir el acceso la parte alta de la isla; se construye un atracadero, un camino de acceso, el faro, las viviendas e instalaciones para los fareros y sus familias (en total 17 personas), y una pequeña granja.
Muchos años, en 1926, después F.W. Ingram, trabajador en Stephens en 1892-3 (y dueño de una memoria prodigiosa), recordó las especies que se veían, entre las que parece que se encontraba el Chochín. También explicó que no había gatos ni roedores en la isla. 
Puede que Ingram tuviera inquietudes naturalistas como Lyall, por lo que recordaba con tanta claridad los pájaros. Ahora bien, Ingram estaba ahí para levantar el faro, es muy posible que no fuera tan difícil ver los chochines entonces, como lo fue después.


1894-1899. La carrera para obtener especímenes de Chochín

Muy poco tiempo de saberse que Stephens había un pajarillo singular, y poco abundante, se empezó a pagar precios cada vez más altos por los ejemplares que se podían obtener. Para dar una idea del tipo de sobresueldo que suponía para los habitantes de la isla, el sueldo medio de un farero de Stephens Island era de 120 libras anuales, y por cada pajarillo se llegaron a pedir, y parece que obetener 12 libras.
A pesar de intentarlo en varias ocasiones, nadie logró cazar el pajarillo por si mismo, y para obtener los preciados especímenes dependdían de la habilidad del gato de una de las familias de fareros que se los traía a su vivienda. Dado que el gato era una importante fuente de ingresos está claro que se le estimulaba a seguir con sus cacerías.
Los compradores de ejemplares eran dos importantísimos naturalistas de la época, nada menos que el mayor especialista en aves de Nueva Zelanda, Walter Buller, y el maganate Walter Rotschild.
Buller tenía intereses conservacionistas, pero en este caso hizo caso omiso de los mismos hasta que fue demasiado tarde. A pesar de que en 1905 se pronunció a favor de no llevar gatos a las islas, en 1895 procuró comprar todos los pájaros que suministraba el gato.
Rotschild, por su parte, jamás se interesó por la suerte del pájaro, y demostró ser bastante cínico con el paso de los años.



1894


 Comienza a funcionar el faro
- 29 Enero: El faro comienza a funcionar. Hay tres fareros, Henanghan es el jefe y Lyall, que es uno de los protagonistas de la historia, uno de los fareros asistentes. 
Sobre Lyall se sabe que era aficionado a la naturaleza y que no era dueño del gato que traía los pájaros, ya que el animal pertenecía a la familia de otro farero.
Además de personas y gato, viven en la isla un pequeño grupo de terneras y ovejas para abastecer a los humanos.

Se escapa una gata preñada, y da origen a una pequeña población de gatos asilvestrados en la isla

- Mediados de Febrero: Fecha probable para el comienzo de una población de gatos asilvestrados en Stephens; entre el 17 y el 20 de febrero se escapó una gata preñada en la isla.
Es muy improbable que el gato del cuento sea descendiente de esta gata, ya que sus cachorros tuvieron que temer bastante al hombre, y lleva su tiempo adaptar un gato silvestre a tener confianza en alguien. Todo indica que una familia de fareros tenía su propio gato, que no era uno de los gatos asilvestrados de la isla.


 El gato de la familia de fareros empieza a traer chochines. Dos naturalistas comparan las pieles de estos pájaros. Los chochines se venden cada vez más caros. La carrera por nombrar a una nueva especie




Walter Buller, el mayor experto en aves neozelandesas de la época
- Junio ?- Julio: En algún momento el gato de la historia empieza a traer los chochines que caza a su casa. Lyall se fija en ellos Xenicus y prepara una piel que da a Bethune (maquinista del Himenoa que traía provisiones regularmente a la isla). Bethune que también era naturalista aficionado y reunió su propia colección de especímenes, le hizo llegar la piel a Walter Buller, el mayor experto de aves neozelandesas. Buller, que recibe la piel antes del 25 de julio.
Buller se da cuenta inmediatamente de que es una especie nueva pero no informa a nadie sobre ello, ya que quiere publicar este descubrimiento en el Ibis (revista de la asociación de Ornitólogos Británicos). Envía la piel a Londres, con el permiso de Bethune que es el propietario, para que un magnífico ilustrador, John Gerrard Keulemans, realice  litografía que acompañe a la descripción.
Este primer ejemplar es un macho.Buller llamó al pajarillo Xenicus insularis.


 
- Julio - Octubre: Lyall no sabe que es una especie nueva, pero sí que se trata de un animal de sumo interés. Reúne especímenes durante este periodo, e informa a Buller sobre ello; pero no le suministra más, ya que vende los 9 que llega a tener a Henry Travers, que será el gran intermediario de esta historia. Además de abogado, era cazador, taxidermista, recolector de piezas para colecciones de historia natural y tratante de especímenes.

Travers, claramente se da cuenta de que es una especie nueva, ya que solicitará que en el nombre que se le ponga se haga referencia a Lyall y a él mismo. (ver nota del 9 de octubre).
Petroica Traversi, de la colección del Museo de Nueva Zelanda,
 (Hay dos pájaros que llevaron el nombre de Travers, el Xenicus y el Petroica Traversi. El ejemplar de la foto también lo consiguió Travers)

- 9 de Octubre: Fecha de la carta en la que Travers le ofrece las pieles a Walter Rotschild, magnate y zoólogo, que puede pagar por ellas más que Buller. Travers que sabe de la ambición de los ornitólogos por describir nuevas especies, le indica que es mejor que compre las nueve pieles en una sola vez para "que las pueda situar ante que ninguno de sus colegas científicos, para evitar cualquier oprtunidad de que se describa aquí"; "en el caso de que acepte mi oferta estaré contento de que" haga mención al farero como descubridor y a él (Travers), como suministrador. Además señala que "los chochines de roca son muy difíciles de coger, y en poco tiempo no quedará ninguno".
Es cierto que la alusión a la rareza de los chochines es una forma de presión para conseguir que compre las nueve pieles a muy buen precio. Pero además le estaba contando la verdad; Travers conocía la isla y tenía las referencias de Lyall, aparte de conocimientos de naturalista formado en el campo. Por todo ello, podía hacerse una idea muy clara del peligro que corría el pajarillo; algo que usó únicamente como estrategia comercial, no para su preservación.
Walter Rotschild, 2º Barón de Rotshild
- 11/12 de Octubre: Edward Lukins realiza una lista de pájaros de la isla basada en las referencias de Lyall. En esta lista menciona al Chochín de roca, lo que puede ser una alusión al Chochín de Stephens; lo cual parece indicar que Lyall los confundía, al menos hasta la fecha. En la carta de Travers a Rotschild del 9 de Octubre, también se le denomina Chochín de roca, pero no queda ninguna duda de que Travers sabía que era una especie nueva (ver nota del 9 de Octubre).
La lista de Lukins se limita a los animales salvajes, y no anota nada sobre las ovejas de los fareros ni gatos.

- 19 de Diciembre: Rothschild (que sabe que Buller publicará en el Ibis en Abrilde 1895, la descripción del pajaro; y lo sabe porque Buller se lo cuenta por carta, ingenuamente) prepara rápidamente su propia descripción del pájaro, al que llama Traversia lyalli (cumpliendo con lo que le había solicitado Travers en su carta del 9 de Octubre), y usa una estratagema muy rastrera para pasar por delante de Buller. Hace que Ernst Hartert lea esta descripción en el British Ornithologists' Club, y que enseñe uno de sus ejemplares disecados como muestra. El presidente del club, y editor del Ibis, expone que el estudio de Buller es anterior y lo único que le falta es imprimirse, pero Hartert objeta que no puede retirar la descripción de Rotschild sinconsenso.
(Francamente me pregunto si Hartert recibió algo por apoyar a Rotschild, que se salió con la suya; y mediante artes poco honorables tuvo el honor de quedar como descubridor para la ciencia del Chochín. La vida es irónica, lo que seguramente corroborarían el chochín y el gato si pudieran.)
- 29 de Diciembre:    Aparece la descripción de Rothschild en el  Bulletin of the British Ornithologists' Club. Es el ganador de la carrera, aunque Buller no sabe aún que lo han burlado.
1895
24 de Enero: Travers ofrece a Rothschild un especímen conservado en alcohol por £5. Aunque no hay constancia, parece que Rotschild acepta, aunque nunca recibe el pájaro. 

Febrero de 1895: Según el relato de Medway,  Buller aseguró en 1905 que Lyall le había escrito una carta a comienzos de 1895 en la que le informaba de que  "...the cats have become wild and are making sad havoc among all the birds." No se conserva la cata, por lo que no se puede corroborar.
Este sería el primer aviso sobre la existencia de gatos asilvestrados en la isla.
4–9 Febrero: Travers recorre la isla para cazar al pájaro sin éxito. Según se expone en el estudio de Medway, le acompañan en las batidas tres ayudantes y algunos de los residentes de la isla.


7 de Marzo: Travers sescribe a Rothschild la carta más interesante de toda la correspondencia vinculada al Chochín.
- Le informa que no ha podido cazar ninguno.
- Le dice que sólo lo han visto vivo 2 veces hasta la fecha. (Travers se limita a la información aportada por los habitantes actuales de la isla, no sabe nada de lo que vieron los constructores. Según parece, ver nota sobre la lista de Ingram -1892-3-, el constructor del faro que lo vio sin buscarlo. Cabe preguntarse si el Chochín era fácil de ver cuando las construcciones no estaban terminadas, y dejó de serlo cuando las habitaban las 17 personas vinculados al faro, con su ganado, y su gato).
- Ofrece un pájaro más conservado en alcohol, que le trajo el hijo de Lyall. El pájaro "se lo encontró vivo el dueño del gato que cogió los otros", y Lyall lo preservó en alcohol. Esto no deja lugar a dudas de que el gato era doméstico y que el dueño no era Lyall.
Añade que el pájaro no vuela, pero corre muy rápido por lo que en las dos ocasiones que se le vió no dio tiempo a matarlo con un palo ó de una pedrada. (Por si a alguien le quedaba la duda de si tenían intención de conservar al pájaro. Desde luego que sí, pero muerto y disecado).
Buller, por su parte, anotó que el pajarillo era seminocturno en sus costumbres.

16 de Marzo: Christchurch es una de las ciudades más importantes de isla sur de Nueva ZelandaThe. El editorial del diario de  Christchurch habla de la desaparición del Chochín:


The history of the Stephens Island wren, so far as human contact is concerned, begins and ends with the exploits of a domestic cat, so the ornithologist W.R.B.Oliver relates. - See more at: http://www.nzbirds.com/birds/stephenswren.html#sthash.cp7uRdiM.dpuf


¿cómo les llegaría esta información?.

Abril: La descripción de Buller de insularis Xenicus aparece en el Ibis. El nombre es inmediatamente reducido a un junior synonym. En el mismo número, sereimprime la dscripción de Rotschild con algunos comentarios adicionales sobre su aparente incapacidad para volar. 
Buller por fin descubre el engaño de Rotschild, y no le perdona nunca. Para obtener más información y citas, ver Fuller (2000).

Agosto: En un artículo para la Wellington Philosophical Society, (Wellington es la capital de Nueva Zelanda) Buller expone que no debe permitirse el comercio con especímenes de aves raras, sólo su recopilación para museos.
Sin embargo Buller mismo no se privó de buscar más especímenes, y en el mismo mes de agosto anota que ha examinado un ejemplar hembra de chochín -el que le había prestado Bethune era macho-, posteriormente compró este ejemplar. Para justificar esta contradicción posteriormente explicó que había asegurado este nuevo especímen.

28 de noviembre: Travers informa Hartert que Lyall que no fue capaz de encontrar más ejemplares durante el invierno, y cree que el ave que se había extinguido.  Posiblemente sea una vez mas la estrategia de presionar con la desaparición de muestras para pedir más precio.
Ofrece dos ejemplares más en alcohol para su venta por el precio de 50 libras por cabeza ( para comparar, el salario promedio farero en 1895 fue de £ 140 al año).

Diciembre: Travers intenta una nueva búsqueda para el pájaro, de nuevo sin éxito.
1896
Junio: Se asigna a Lyall a otro faro, y deja la isla de Stephens. A partir de aquí no se sabe más de Lyall.
31 Diciembre Hugo H. Schauinsland otro cazador-vendedor de especímenes realiza batidas por la isla, pero no encuentra Chochines. 


 ¿Hasta que fecha aparecieron ejemplares de Chochín?

Travers solía presionar a sus compradores con la inminente extinción del Chochín, pero seguramente el declive del pájaro fue más lento de lo que se suele relatar.
Se conocen tres ejemplares que fueron posesión de Buller, etiquetados por el mismo, con fechas de 1894 y 1899. Es cierto que Buller no solía ser muy exacto con la datación de sus muestras, pero se sabe que uno de los ejemplares pasó por sus manos antes de septiembre de 1898, si el otro es la hembra que compró en 1895, queda el tercero que debió de obtener después del segundo (el de 1898).

Esto no es más que un indicio, los archivos de Travers tampoco son más esclarecedores, y las contradicciones entre Buller y Travers abundan. Pero hace que no se pueda descartar que se encontraran ejemplares de Xenicus después de 1895, cuando Travers dijo que no había más.


1897-1925. Exterminio de los gatos de la isla
31 de Julio: El jefe de los fareros solicita rifles y munición al departamento de marina para terminar con los gatos ferales.
 Comienza la caza de gatos.
En 1901 se aprueba una gratificación de 1 chelín por cada gato muerto. En pocos años sube a 5 chelines.
El último registro de gatos es de 1925. 


1897-1925. Walter y Rotschild sacan conclusiones, cada uno a su manera

Buller publica su Suplemento, en el que se mantiene el uso de su nombre,  Xenicus insularis. Además recomienda:

         "Y ciertamente creo que sería así si el Departamento de la Marina, en el envío de faro guardianes de islas aisladas donde las muestras interesantes de aves nativas se sabe o se cree que existe, iban a ver que no se les permite tomar cualquier gato con ellos , incluso si tienen trampas de ratón que se deben suministrar a costa del estado. "


Lástima que en 1895 no siguiera este mismo impulso conservacionista.



1907

     Rothschild publica su libro Aves extintas. Demuestra que con los años ha ganado en cinismo y mordacidad y en un ejemplo de lavarse las manos eficazmente, carga sobre el gato del farero la extinción del Xenicus, y hace mofa de la condición social de Walter Buller, que había muerto el año anterior.

Así podría terminar el cuento: Y Colorín Colorado, el magnate cínico le echó la culpa al gato.

miércoles, 3 de agosto de 2016

Llanto por la muerte de un animal querido

Cuando escribí esta entrada  http://vadebichos.blogspot.com.es/2009/03/llorando-la-perdida-de-un-animal-cuando.html sobre lo que se siente al perder a un animal que amamos lo hice por mi propio dolor. Pero me he encontrado con muchas personas que me han dejado comentarios sobre que sienten lo mismo. Son comentarios sinceros, desgarradores, y sobre todo llenos de amor y de tristeza.

Todos dicen lo mismo. Queremos hablar sobre nuestros animales. Queremos que se entienda por qué estamos sufriendo tanto por su pérdida. Queremos encontrar a personas que nos escuchen.

Cuando comencé el blog lo hice para ayudar a difundir el amor por los animales. Y con el paso de los años, creo que la mayor ayuda que ha prestado este espacio es hacer manifiesto el dolor de las personas por la pérdida de un animal querido.

Por eso me atrevo a preguntaros a los que estais pasando por este momento tan doloroso:
¿De qué quereis hablar porque no os resulta posible hacerlo con las personas que os rodean?.

Ahí lo dejo. Hablad. Compartid.

Os deseo mucho ánimo.