jueves, 28 de julio de 2016

El falso mito del gato del farero (1/3): El cuento, el pájaro y la isla


La historia del gato que extinguió al Chochín de la Isla de Stephens (Nueva Zelanda) se presenta muy a menudo como un caso "típico" de los estragos que pueden causar los gatos asilvestrados entre los pájaros. Sin embargo la historia es falsa, se trata de un mito en el que omiten los factores fundamentales que intervinieron en la desaparición del pájaro. Los estudios de Galbreath y Brown (2004), y Medway (2004) dan una crónica muy detallada de los acontecimientos que provocaron esta extinción: pérdida de hábitat, la avidez por obtener ejemplares de unos naturalista que no hicieron nada por conservar al pajarillo y la existencia de una población de gatos asilvestrados en la isla.

La historia en si es algo compleja, por lo que he decidido dedicar tres posts para exponerla. En el primero (El cuento, el pájaro y la isla) hablo del falso mito que tan extendido está en internet; y presento al pájaro y su hábitat, ya que es imprescindible para comprender por qué se extinguieron.

En el segundo hago (Crónica de una extinción) cuento de forma cronológica lo que sucedió; tal como está documentado por Galbreath y Brown (2004) y Medway (2004).

En el tercero (Cuando se perdió la oportunidad de salvar a una especie) entro en un análisis más detenido de los factores que componene esta historia, la pérdida de hábitat, la intervención humana y la intervención felina.


El cuento



El faro de la Isla de Stephens


¿Todavía no conoceis el mito del gato del farero? . Lo primero que habeis de saber es que es falso; porque está muy extendido y porque se trata de un cuento muy fácil de recordar. Vuelvo a decirlo, lo más relevante del mito del gato del farero es que no es verdad, porque es un cuento que cuentan con tal derroche de dramatismo que se te queda en la memoria.

El mito del gato del farero habla sobre un único gato (el gato del farero de una isla) que extinguió a una especie entera de pájaros (El Chochín de Stephens, Xenicus lyalli) en menos de un año.

 Dicho así parece ridículo, ¿verdad?. Pero, ¿cuántos pájaros tuvo que matar el garo?. Probemos a meterle unos efectos narrativos:

Esto es de la wikipedia (en la wiki en inglés aclaran que esta historia no es cierta, pero en la española todavía no se han tomado esa molestia):
"Desde entonces no se encontraron más ejemplares, por lo que este pájaro constituye un caso único en la historia de especie que se extingue casi al mismo tiempo de ser descubierta para la ciencia.
No se sabe nada de las costumbres ni de la reproducción de esta especie, aparte del hecho de que era incapaz de volar o al menos era reticente a hacerlo, lo que explica la facilidad del gato del farero a la hora de exterminarla".
El gato ya empieza a parecer un ser terrible.
Pero si además se aportan datos geográficos y cronológicos a esta historia, como hacen en avibirds:

"...Although so tiny in size the Stephens Wren was an altogether remarkable creature. It may have had the smallest natural range of any known bird. It may have been the only flightless passerine. It may have been the only creature discovered and then exterminated by a single animal - a lighthouse keeper's cat. During 1894 this single domesticated predator brought to its owner a series of tiny corpses. These grisly little events occurred on the small island of Stephens lying in the Cook Straits, the channel that separates New Zealand's North Island from the South. The lighthouse keeper in question - a Mr Lyall, after whom the species is scientifically named - was something of an amateur ornithologist. He preserved the specimens and, realizing that the birds might be rather unusual, passed them on to a dealer. Soon the majority of them were shipped to Europe where most were bought by Walter Rothschild, the celebrated natural-history collector, who was then busy assembling his wonderful museum at Tring in Hertfordshire, England. Thus, Xenicus lyalli became known to science. By the time its existence was broadcast to the world, via the ornithological journal Ibis, the species was already extinct. The cat had stopped bringing in dead specimens and the birds were never seen again."
Es todavía más impactante, ¡oh, qué tragedia!, cuando se dieron cuenta de que era una especie nueva, el gato ya la había extinguido.


¿Se puede pedir una historia más triste?. Se puede, pero ante todo lo que se debe pedir es la verdad.

Vaya por  delante que lamento la extinción del Chochín de Stephens (Isla de Stephens, Nueva Zelanda), pero cuando se narra la desaparición de una especie, lo científico, y lo honesto es contar los hechos tal como sucedieron, o al menos lo que se pueda cotejar con los datos disponibles y no repetir un mito que ya se ha demostrado que es falso por muy atractivo o aleccionador que pueda parecer.
Los mitos falsos son recursos muy cómodos como lugares comunes pero no son ciencia en modo alguno, ya que hacer ciencia se trata de buscar la verdad, sobre todo cuando hay que extraer lecciones que ayuden a prevenir lo ocurrido.


Lo que se sabe hoy en día
  • Muy probablemente el chochín de Stephens era una especie que una vez habitó en toda Nueva Zelanda, y que se extinguió probablemente a causa de la rata polinesia o kiore (Ratus exulans) introducida por los maoríes . El Chochín solo sobrevivió en Stephens Island, donde nunca llegó la rata. Por tanto el proceso de extinción del Chochín de Stephens comenzó cientos de años antes de la colonización europea, y los hechos acaecidos en la isla supusieron el golpe final al Xenicus.No obstante, el mito del gato del farero sólo habla de lo último, por lo que no tiene ningún valor científico por no aportar referencias temporales y geográficas veraces, y por falsear la causalidad.
  • El Chochín de Stephens se extinguió de la isla de Stephens principalmente debido a la predación de una población de gatos asilvestrados bajo la total indiferencia de unos naturalistas que sabían que estaba desapareciendo y que la única preocupación que demostraron fue la de conseguir el mayor número de especímenes posibles para disecarlos. 
  • Destaca sobre todo el papel de Walter Rotschild, el segundo barón de Rotschild. Fue el que reunió más ejemplares de chochín, el que lo describió para la ciencia y el que posteriormente escribió un libro en el que atribuye, muy cínicamente, la extinción del pájaro al gato del farero.


El pájaro


Como el Dodo, el chochín de Stepens (Xenicus lyalli) es un caso de un ave muy especial que se conoce más por extinguirse que por sus propias características, que eran muy peculiares.



[órden] PASSERIFORMES | [familia] ACANTHISITTIDAE | [especie] Xenicus lyalli | 
Descrito por Rothschild, 1894 - Buller, 1895

Si no os interesan demasiado los pájaros, lo más normal es que os resulte chocante el nombre de Chochín; bueno es el momento para reirse (...anda que el nombre...), pensar en dos o tres chistes (... ... además hay otro que se llama polla de agua, para acabar de redondear los chistes), y seguir.
Los chochines de Nueva Zelanda no tienen nada que ver con los que tenemos por aquí, pero se les llama así por el parecido en tamaño y plumaje. En inglés se usa un truco parecido, se les llama New Zealands wrens, "reyezuelos" de Nueva Zelanda, y tan contentos. 
   
- Una especie fascinante, un pájaro no volador. Apenas se conocen tres casos más.



Un animal pájaro de aspecto poco llamativo 
Se trataba de un pequeño pájaro de color pardo oliváceo, de unos 10 cm de largo, con alas muy cortas y redondeadas, sin apenas cola, y un pico algo largo y fuerte.
Que no volaba -o volaba muy poco El análisis de los esqueletos indica que muy probalemente (todavía persisten dudas sobre si era capaz de vuelos cortos y débiles) habían perdido por completo la capacidad de vuelo lo cual da una idea de su rareza, ya que sólo se citan tres  especies más de pájaros no voladores, algunos autores creen que cuatro -lo explico en el párrafo siguiente-, todas extintas (dos de Nueva Zelanda: thick–thighed wren Pachyplichas yaldwyni, y el long–billed wrens Dendroscansor decurvirostris, extinguidas aparentemente por la rata polinesia; y una de las islas Canarias, Emberiza alcoveri. De las cuatro citadas, el Chochín de Stephens es el único que pudo ver el hombre occidental). (Se puede obtener iInformación sobre los pájaros no voladores en  nzbirds.com/birds/stephenswren.html#sthash.cp7uRdiM.dpuf , y
http://en.wikipedia.org/wiki/New_Zealand_wren ).

Hábitat, alimentación, costumbres
Dice mucho sobre qué les importaba de este pajarillo a los naturalistas de la época, que sólo se informara aquellos hábitos del animal que facilitaban su captura. Así se sabe que era más fácil cazarlo en invierno, especialmente en las primeras horas de la noche, que no se le veía volar, pero se movía muy rápido, de forma que no daba tiempo a alcanzarle de una pedrada o un palazo.

Se supone que era insectívoro, se ocultaba entre los matorrales, probablemente criaba en los mismos o en pequeñas madrigueras -no en los árboles-, y como otros chochines neozelandeses, con pocos pollos por puesta y además un periodo de cría bastante largo.

Fue la tercera especie de las seis conocidas de Chochines de Nueva Zelanda (en inglés wrens) en desaparecer. Una cuarta especie, el Bush wren despareció de su último refugio, Steward Island bastante tiempo después. Las dos especies que permanecen se caracterizan por ser malos voladores. Algunos autores consideran que las cuatro especies desaparecidas eran todas no voladoras.
(Para saber más sobre los Chochines de Nueva Zelanda:  http://en.wikipedia.org/wiki/New_Zealand_wren ).

                                                                                    
- Un endemismo de Nueva Zelanda, que probablemente habitaba en las dos isalas principales
Ilustraciones de Gerrard Keulemans
En esta se representa a la hembra (primer plano), junto al macho

El chochín de Stephens Island pertenecía a una familia endémica de Nueva Zelanda, los Acanthisittidae, de pequeños pájaros única de Nueva Zelanda, sin parientes próximos entre otros grupos de paseriformes. 

A pesar de su nombre, hay posibles evidencias (esqueletos recuperados en excavaciones arqueológicas) de que esta ave habitaba en las islas principales de Nueva Zelanda (Worthy and Holdaway 1994), lo que indica que una vez se extendió por todo el pais y que la isla de Stephens fue su último reducto. Su desaparición de las islas principales parece que se debió a la acción de la rata Polinesia (Ratus exulans), que llegó accidentalmente por los los maories; la rata no alcanzó la isla de Stephens por lo que el Chochín tuvo su refugio durante centenares de años, hasta la colonización de la isla. 


Sin embargo otros autores se oponen a esta teoría de que el chochín habitar las islas principales, argumentando que los esqueletos seguramente vienen de un ave similar, pero de parentesco lejano con el chochín -hasta donde he averiguado no dicen qué ave podría ser esta- ; y que resultaría imposible para un ave no voladora atravesar los dos km de mar que separan Stephens Island de la tierra más próxima, Isla Sur; ahora bien en Stephens Island también habita la rana de Hamilton, que tuvo que atravesar el mismo brazo de agua salada para llegar ahí, y es que hay muchos casos bien documentados de animales no voladores que llegan de las formas mas sorprendentes a las islas (quien quiera leer más obiecciones sobre la mayor distribución de la especie, que visite http://www.avibirds.com/html/extinct/Stephens_Wren.html#.UUHAYzeyLVk).
 
                                                                                  

La isla




Estar es la famosa isla de Stephens, en los tiempos de la extinción del chochín era mucho más agreste



Una isla diminuta bajo la influencia de fuertes vientos

Gracias a Google Earth se puede ver la isla y recorrerla en todas las direcciones. No cuesta mucho hacerlo porque es un trozo de roca minúsculo.


La Isla de Stephens, o Takaoureva en maorí, debería llamarse islote (de Stephens). Es una elevación bastante escabrosa de 2,5 km2 de superficie, situada entre las dos islas principales que componen Nueva Zelanda, apenas a 2 km del punto más boreal de la Isla D’uville. En su punto de máxima longitud apenas alcanza los dos km.
Sobre unos acantilados escarpados difíciles de atravesar, la isla ofrece el perfil de una meseta al este que asciende a una colina de 283 m en el este, su máxima elevación. Aunque hoy en día está muy deforestada, la isla estuvo cubierta por una vegetación muy densa de arbustos y árboles pequeños y retorcidos que daban testimonio de fuertes vientos; de hecho la media anual es de 26 km/hora de viento.La cumbre suele estar cubierta de nubes, aunque no es una zona muy lluviosa. En los acantilados el oleaje es muy fuerte.

Viendo lo que es la isla se puede entender la fragilidad de sus endemismos -tiene bastantes- . 

martes, 12 de julio de 2016

Un paseo

Así que salimos fuera. Era septiembre, lo recuerdo por la agradable sensación de la brisa suave en mis brazos. El sol estaba alto, me divertía ver la sombra de las pestañas sobre sus mejillas redondas mientras correteaba a mi lado. Me agaché para acariciarle el pelo, olor a violetas, mi niña estaba feliz. Le pregunté por la abuela. Ya lo sabes, me dijo, y pude ver que tenía los ojos rojos. Ah, claro, murió, le contesté.
Pero dónde está papá. La cara se le había afinado y los labios habían perdido la suavidad que recordaba, era delgada. Ya lo sabes, me dijo. Ah, claro, murió, le contesté.
Qué pasó con mi amiga, hace tanto tiempo que no la veo. Tuve que levantar la cabeza para poder mirarle a la cara. Su semblante era serio y tierno, tenía aún esos pómulos altos pero las mejillas habían perdido toda la ligereza de la juventud. Ah, claro, murió. La lluvia de noviembre se había deshecho en charcos sucios.
Algo en su paso pesado, el color oscuro de las ojeras, las arrugas de la frente, el gesto triste, me hizo determe. Ella ya lo estaba esperando, vi la resignación en sus hombros caídos. Ahora es cuando me lo vas a preguntar, mamá. Era un día oscuro de invierno.
Sí, ya lo he recordado. Tengo que hacerlo. ¿Estoy muerta?.
Sí.
¿Entonces qué hago aquí?
Sencillamente, no puedo olvidarte.