miércoles, 31 de julio de 2013

Parecidos son razones





martes, 30 de julio de 2013

Sí, existe el altruismo

El terrible accidente de tren de Santiago, nos ha permitido ver a tanta gente desesperada por sacar a los accidentados de dentro del tren, haciendo lo imposible y olvidando su seguridad, que hay que decirlo. Existe el altruismo.

Tal como asegura Frans de Waal, en su libro La Edad de la Empatía.

El proceso evolutivo por el que nuestra especie, y otras, han adquirido los mecanismos por los que son posibles estos comportamientos no invalida lo obvio. Esos comportamientos son altruistas.

Y por supuesto, existe también la mala suerte y la desgracia.

sábado, 13 de julio de 2013

Palomas sobrevolando el peligro

La semana pasada vimos una paloma en vuelo.
Durante varios kilómetros.
Nostros íbamos en coche.
La paloma iba siguiendo la estela de los coches.
Era bonita, de esas balncas con las alas en tonos marrones rojizos.

No me gustan especialmente las palomas, por ubicuas, conocidas y comunes. Pero esta paloma me llamó la atención, y quiero que quede aquí un recuerdo de sus vuelos entre el tráfico.

Cuando nos fijamos en ella era un punto permanente en el retrovisor del coche, iba volando entre dos motos, a menos de dos metros del asfalto, siguiendo la estela de la moto delantera, que circulaba a más de 120 por hora. La moto aceleró para adelantarnos y la paloma seguía ahí. La moto nos adelantó y la paloma también.
Tal vez la intención del animal fuera aprovechar el efecto estela de una moto a gran velocidad para volar más cómodamente. Pero parecía disfrutar de lo que hacía, y a mi me gusta pensarlo así. Durante un rato muy largo la vimos como en esos documentales en los que les enganchan una cámara a una grulla para que filmar a otras grullas en vuelo.

Pero esto era una paloma volando por encima de una autovía, como una posesa. Al alcance de nuestra mano. Literalmente. A toda velocidad, a la altura de los vehículos.

Pudimos verla seguir a la moto un buen rato más. Luego giró hacia la izquierda y se perdió por los prados de los márgenes.

Un poco más adelante vimos a lo lejos otra paloma distinta, gris, que jugaba con el tráfico de una salida que no tomamos.

Desde entonces me he fijado que a estas alturas del año se ven bastantes cadáveres de palomas en las cunetas de las carreteras. Espero no ver ninguna blanca y roja.

jueves, 11 de julio de 2013

El juego del nómada, qué puedes comer ahí fuera

Imagínate que vas con una tribu nómada que está en migración por unas tierras que le son totalmente desconocidas. El mayor problema que tienen es qué comer.
Cazarán algo, pero también deben recolectar frutos, bayas, tubérculos, hierbas.
Lo que nos parece completamente obvio a todos es que saben de caza, entienden de seguir rastros, acorralar a la presa y usar armas. Entienden además que algunos animales no constituyen una buena presa, pueden ser venenosos o excesivamente costosos de cazar para las pocas calorías que dan.
Pero también tienen que entender qué frutos pueden comer y cuales no, que signos hay de que un fruto puede ser tóxico. Cuando están maduros esos frutos (los comestibles, preferiblemente). Si una planta produce tubérculos o bulbos que se puedan aprovechar.
Dónde encontrar agua, que se pueda beber, obviamente.
Qué plantas son urticantes.
Qué plantas tienen sustancias medicinales.
Qué tal los insectos, ¿hay por ahí buenas larvas que aporten jugosas calorias?

Eso es en definitiva lo que hacen los nómadas cuando nomadean, alimentarse con lo que te encuentras.
Y puede ser una forma estupenda de conocer el paisaje en el que vives, no hace falta irse muy lejos.

Imagina de nuevo. Eres Bear Grylls y te sueltan en un lugar que conozcas muy, pero que muy bien. Pongamos dos condiciones, que no sea urbano y que no tenga ninguna fuente de comida obvia cerca, y si la tiene, prohibido usarla. O sea, no te puedes meter en la huerta del tío Paco a robar patatas, ni pedir una hamburguesa en el restaurante de la esquina.

Ahora a ver qué comes. Si te lo quieres tomar en serio, aprenderás a conocer rastros y caquitas de los animalejos que están por ahí y no se dejan ver.
Aprenderás a distinguir los arbolitos que antes te parecían todos iguales, porque en este hay frutos, en el otro gusanos, y estos otros de más allá sólo crecen así de fuertes si hay agua cerca.
Cerca del agua podría haber cangrejos, pequeños moluscos...te volverás un experto en distinguir los signos de su presencia.
Y evitarás las ortigas y los cardos secos...cómo pican.

En el fondo es lo que el ser humano aprendió a hacer para poder migrar, algo de ellos debe quedar en
El jardín de atrás
nosotros.
Y en mi opinión este juego, porque no es más que un juego para nosotros, de supervivencia es la mejor lección de conocimiento del medio natural que podemos recibir.

No entiendo como no se dan estas cosas en el cole. Mucho antes de hablar de sistemática y

diversidad. Simplemente enseñarles a desenvolverse en el campo.

Bueno, sí que lo entiendo, en el fondo. Cada vez que intento jugar al juego del nómada en mi jardín de atrás, acabo muriendo de hambre (metafóricamente), qué pena doy. Lo único que se me ocurre es que podría probar a cazar un conejo, porque no tengo gran idea de distinguir frutos comestibles ni indicios de moluscos gasterópodos cerca del agua.
Y no soy la única, porque esta forma de entender nuestro entorno no se enseña mucho por aquí, salvo que seas boy-(girl)-scout, lo cual me parece bastante absurdo, ya que es la forma primaria de ver la naturaleza.

Sin embargo, entre los anglosajones esta idea de saber como sobrevivir en la naturaleza, está muy extendida, y algunos se lo toman muy, pero que muy en serio:
http://isurvivalskills.blogspot.com.es/2010/03/wilderness-survival-foods-and-foraging.html