viernes, 22 de junio de 2012

Desde la cabeza hasta el rabo, todo es gato

Felis silvestris lybica





Porque un gato siempre siempre es un gato, y se mueve como un gato.

miércoles, 20 de junio de 2012

Flores: azul índigo y blanco cebolla

Una pequeña introducción acerca de las flores que he ido mencionando en este blog, y mi ignorancia sobre ellas.

Me gusta hacer fotos de las plantas que me voy encontrando en los lugares más insospechados. Pero tengo que admitir que en asunto de flores silvestres (y no silvestres) soy bastante muy ignorante, y he conseguido identificar muchas gracias a gente que se ha pasado por el blog y me ha ayudado:

- Pascual identificó la Ophrys speculum .
- Furacán encarriló esta otra como una euphorbia.
- Supe que había fotografiado rosas silvestres gracias a Efi y a Luisa, que tantas veces me han ayudado :) en tantas identificaciones.
- Y gracias a su cercanía y a Soyladelafoto me enteré de qué son las malvas (Malva sylvestris). Respecto a mi ignoracia sobre las malvas tengo una anécdota, después de buscar en google imágenes flores lilas, violetas y rosadas, y ver que no coincidían, tenía la foto clasificada para subir al blog como "Flormalvaparaidentificar", lo tenía al alcance pero no me di cuenta :).
- Por último, Elvira tuvo la amabilidad de identificar la Buglosa (Anchusa azurea), después de que yo se lo pidiera en su blog.

A todos muchas gracias una vez más, porque encontrar el nombre y la definición de las cosas da una sensación de alegría, de ponerle marco a una vivencia que resulta muy gratificante. Y, por supuesto, por estar ahí, por hacerlo saber y echar una mano amistosa.

(Aún tengo pendiente la flor en la que está posado este nuróptero.)


Y unas fotos. Blanco cebolla y azul imposible.

Flores de la cebolla
Resultan curiosas cuando se ven de cerca por su forma estrellada y el contraste de colores, no obstante la inflorescencia de la cebolla, esférica, me resulta un poco monótona.



Plantas silvestres con flores de un azul impensado:




Sin identificar


Estas florecillas, de un azul índigo imposible me recordaron mucho a las de la Buglosa. Son diminutas, pentapétalas y crecen en una planta silvestre de aspecto cardoso, que cómo no, no sé identificar.
Para intentar respetar al máximo las tonalidades de estas plantas, las fotos están expuestas sin retoques de color o contraste.


Buglosa


lunes, 11 de junio de 2012

Un paseo de primavera y escarabajos

Milano negro

Salgamos al campo:

A pesar del calor mordiente con el que nos envuelve este año disfrazado de verano, algunas veces la primavera encuentra la ocasión de traer brisas ligeras y temperaturas agradables. Decidimos salir al campo con la última hora de la tarde del primer domingo de junio. Es fácil dejar atrás el asfalto, entre los revoloteos de las golondrinas, aviones y vencejos que ya están totalmente volcados en sus respectivos polluelos. Pisamos un camino rural de arena ligera y clara, con rastros de yeso, horadado por el paso contínuo de tractores. El aire empieza a hacerse denso, tibio, húmedo, pesado, nos llega un olor dulzón; atravesamos una zona de maizales con los surcos inundados de agua, los mosquitos revolotean a nuestro paso.



Afortunadamente el camino se ensancha y los maizales quedan a un lado, el saco de escombros vertido con desdén en mediodel paso  marca el punto por donde giramos. Llegamos al frondoso álamo negro cuya sombra nos da un respiro. A sus pies siguen blanqueándose aún algunos huesos de la pobre cabra que dejaron pudrirse en el camino un par de años antes. Un poco más escondido, un fardo de ropa usada, robada de algún contenedor,sigue la misma suerte.

Pepinillo del Diablo



El cardillo español ya muestra sus flores

Estamos rodeados de plantas silvestres, pepinillos del diablo en pleno crecimiento, abrojos de flores moradas, plantas de flores lila y hojas con una pilosidad coriacea y desagradable, el cardillo español ya está echando sus llamativas flores amarillas, alguna amapola, enredaderas y adormideras minúsculas que están fuera de su sitio; huele a manzanilla y algo a tomillo.

¿Qué planta es esta?, ahora abunda por todo el campo, y transforman la bastedad de una planta muy rústica y áspera con un contraste de curiosa belleza.

 En el camino un pequeño escarabajo ha quedado cara arriba, le retornamos a la vereda, lo más lejos posible de las hormigas que pululan inquietas por todos los lados.  El pequeño escarabajo de tierra se trata, posiblemente, de una Feronia nigrita, pero no tengo nada segura esta identificación. De cualquier modo los futuros protagonistas de la historia de escarabajos que cuento pertenecen a la misma especie -muy posiblemente. 
 

Sabemos que no podemos avanzar rápido, que no vamos a ver nada espectacular, simplemente queremos disfrutar del paseo, la lentitud de nuestros pasos y los pequeños detalles.
Ahí parece haber otra madriguera, un escarabajo, que llamaremos A parece estar entrando de una forma muy rara. Pero al fijarnos, nos damos cuenta de que A está en un apuro, tiene hormigas enganchadas a las patas, a las antenas, a las piezas bucales, por todas partes, tiran de él para meterlo dentro, y pueden, resulta abrumador ver cómo se hacen con un animal que las supera tanto en tamaño.

Otro escarabajo, B, se acerca varias veces, dando rodeos, una, dos, tres veces y se decide a pesar de nuestra presencia. Se dirije a la madriguera y coge al pobre A de las patas traseras, tira hacia afuera, se le escapa...las hormigas comienzan a atacar a B que debe salir y dar una vuelta para intentar librarse de ellas, al alejarse de la zona de conflicto le resulta más fácil deshacerse de las acosadoras. Pero vuelve, se repite la lucha, y se repite la huída, así por más de tres veces. Final mente B logra sacar a A del agujero, lo aparta, lucha con las hormigas y se mete dentro. ¿Será la madriguera de B?. ¿Tendrá huevos dentro?. No puedo saberlo, pero las hormigas salen del agujero, dando testimonio de la tenacidad de B en defender el territorio. A, andando a trompicones al principio, se aleja hasta adentrarse entre las matas, sin mostrar ninguan intención de saber más de B o de las hormigas.

Está atardeciendo
Secuencias de una lucha entre escarabajos y hormigas:

B hace el primer intento de sacar a A

B tira de A, pero las hormigas acuden a atacarle a él también
B se aleja de la madriguera cargado de hormigas
Y se libra de ellas como puede
Tras varios intentos más, por fin saca a A de la madriguera y tira de él lo suficiente para apartarle y penetrar en la madriguera.
B penetrando en la madriguera, A se aleja
A huyendo del lugar de los hechos
Otra foto de A con una comparativa de tamaño. En la foto se puede apreciar también el mejor calzado para campo posible.
Esta lombriz ya estaba muerta cuando las hormigas la introducian en el hormiguero.
Es momento para las aves que se alimentan en el río :

Seguimos, queda una hora de sol, tiempo suficiente para contemplar el río. Tenemos que bajar por un pequeño balate, que ofrece una buena vista de una isleta en la que suelen ponerse las cigüeñas, y ahí están, hasta que perciben que nos acercamos y salen volando sin grandes prisas.    


Las fochas deciden quedarse. Se deja ver una pareja de ciguñuelas moviendose con una cadencia parsimoniosa por las orillas. Esto es raro, muy raro, a pesar de su belleza normalmente desconfío mucho de las ciguñuelas cuando están pescando con otras aves, porque tienen la mala costumbre de empezar a revolotear en círculos emitiendo un reclamo muy chillón hasta que todo bicho en cinco kilómetros a la redonda queda avisado de que hay intrusos indeseables...esta pareja no parece muy interesada en seguir esta estridente costumbre y continúa pescando un buen rato, moviendo sus largas patas y cuellos en un juego de sinoides hipnotizantes.  Se oye croar una rana.

Las fochas no reaccionan a la huída de las cigüeñas
Una ciguñuela muy tranquila
Dos ciguñuelas que no nos temen

En estas mismas orillas es posible ver garzas imperiales, reales, garcillas comunes, martinete común y si hay mucha suerte garceta blanca. Los galápagos leprosos tampoco han faltado. 

En el álamo temblón de la orilla se oye una pequeña sacudida y se detienen los silbidos distrídos de los mirlos, un ruido más profundo y se ve a un joven milano negro salir de su copa muy agitado, y después a una pareja de urracas que le persigue un buen rato. En ese mismo álamo anidan con frecuencia las urracas, y también lo usan las cucas para dejar sus huevos en nido ajeno. Este año no se oye el canto del cuco apenas, ni a los críalos que tanto se acercaban al pueblo en otras ocasiones. También cuesta localizar a las oropéndolas.
mito (Aegithalos caudatus) -gracias Luisa ;D- recien anillado, en la mano del anillador. Esta foto fue tomada en invierno.
Desde las cañas que perfilan la vista del río llegan los reclamos y cantos de falsos ruiseñores bastardos, carriceros, jilgueros, colirrojos,  moscones y no se sabe cuantos pájaros minúsculos más dan muestra  presencia. En el cielo silba un bando de abejarucos.


Antes de irnos, nos volvemos a mirar el suelo:

El suelo está plagado de madrigueras de conejo y de hormigueros de boca grande con multitud de pajitas secándose en sus alrededores, parece que las hormigas no vaticinan lluvia.
A pesar de que no siempre es fácil verlas, se pueden encontrar pruebas de la presencia de culebrillas, tales como mudas abandonadas.
Es hora de volver.
Camisa de culebra

Hormiguero

Conejeras
Reparaciones

Una araña repara su red para hacer acopio de mosquitos.

El paseo es corto y cómodo, pero este no es un sitio especialmente plácido, los cultivos son criaderos de mosquitos voraces que en los atardeceres de verano suponen un verdadero problema para los ciclistas. Las hormigas pululan por todas partes, hay que andarse con cuidado de que no se te metan en los zapatos, el terreno es desigual y con multitud de boquetes, el carrizo dificulta el paso.

Al llegar al pueblo pasa un cernícalo primilla, los murciélagos enanos salen en bandadas de sus dormideros, ya hay alguno más grande revoloteando y las siluetas de las cigüeñas que descansan en los nidos en la iglesia se recortan contra el cielo del atardecer.

Típico nido de cigüeña en el tejado de la iglesia. De momento los dejan estar.
 Y recordamos la viveza de otros atardeceres más dramáticos en estas mismas tierras.






Quisiera encontrar las palabras, quisiera saber ordenarlas para que contaran tantos momentos de pérdida y descubrimiento, asombro y decepción en estos paisajes, que no son mi para siempre, pero sí el telón de fondo de mi ahora.

lunes, 4 de junio de 2012

Cuatro años de blog, lo celebro con flores

Cuyos nombres no conozco. Son flores minúsculas de plantas silvestres que no destacan por nada más en especial. Y sin embargo tienen estos colores tan espectaculares.
Cuatro años escribiendo el mismo blog que han dado mucho de si. He encontrado gente magnífica que me ha apoyado, celebrado, alegrado y acompañado. He encontrado gente que no tiene ningún reparo en expresar sus sentimientos por los animales. Me han ayudado a identificar más de un animal y más de de una planta (por cierto, animaos con estas). Han estado aquí, muchas gracias.
Cuatro años en los que he hablado de animales vivos y extintos como si supiera algo.
En los que he sentido muchas veces la tentación de desahogarme de otros asuntos, alguna vez he caído.
Seguiré cayendo.
En los que he escrito artículos bastante logrados y otros que distan mucho de serlo.
En los que he descubierto que hay mucha gente interesada en hacer dibujos facilitos de animales.
Y que se puede echar mucho de menos a Efi.
Todo eso, y muchas risas me he ido encontrando por el camino.
Mi propósito al comenzar esto era fomentar el respeto por los animales y su conocimiento. Puede que incluso alguna vez lo haya logrado.





Cuatro años de blog. Me quiero, me beso y lo celebro así.