lunes, 31 de enero de 2011

Y el gorila caminó

(Foto de http://news.sky.com)


Ambam, un gorila de 21 años con una bonita espalda plateada, está ganándose sus quince minutos de fama gracias a su habilidad para caminar erguido a dos piernas, no quiero ser absurda, si lo mío son piernas, lo de Amban también (y si alguien lee esto, que hace falta tener ganas de leer, igual, que elija, piernas o patas, pero la misma denominación para las extremidades posteriores de ambas especies).
Incluso aquí, en España, donde no corremos ningún peligro de que nos interese especialmente nada relacionado con los gorilas, las habilidades de Amban han llamado la atención del telediario de la 2, y así me enontré con el video, y con Mara Torres (creo que se llama) diciendo algo así como que a este paso ellos van a ir cada vez más erguidos y nosotros más encorvados. Será sin duda por tener que trabajar hasta los 67 años para poder cobrar una pensión, no porque Amabam, y algún otro que mencionaré más abajo, sea capaz de mostrar este tipo garboso para atravesar el recinto del parque- zoológico- de Port Lympne (Port Lympne Wild Animal Park), en Kent, donde reside y es una estrella local. Por lo que podemos saber Ambam es un gorila gorila, no una nueva etapa evolutiva, eso sí un gorila con unas articulaciones la mar de flexibles y una habilidad motriz propia de una contorsionista muy avezada.

Y aquí está el protagonista:



(Video subido por pangeaprogressblog)
Más datos sobre Ambam en este blog
http://whogivesamonkeys.com/2011/01/28/ambam-a-walk-on-the-wild-side/

En esta dirección de Flicker se pueden ver fotos de Glenda, con todos los derechos reservados, una joven gorila del zoo de Los Angeles, California, haciendo lo mismo, es decir caminando con mucho garbo, pero con menos dificultades anatómicas, ya que en la foto es una bebé de tres añitos, y no tiene que desplazar el mismo peso. La comparación me parece muy interesante.

Fotos de Glenda

Dejo para más adelante hacer una pequeña comparativa entre el modo de locomoción de humanos y gorilas, con unos dibujos de los huesos de la cadera y del fémur muy ilustrativos, y me quedo escuchando, cómo no, al gran Henry Mancini, ni la bienpagá -que me repugna escribir sgae- puede impedir este placer.

(Baby elephant walk, de Henry Mancini)

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